



Ayer por la tarde, tipo 19:30 hrs, como casi todos los días de la semana y cada vez que puedo, me fui con mi bici al cerro San Cristóbal, es un trayecto muy rico y refrescante a pesar de los treinta y tantos grados que he tenido que aguantar, a pesar también de lo poco que nos preocupamos de uno de los sitios mas increíbles que tiene nuestra ciudad, pues la cantidad de basura que se ve solo yendo por el camino es mucha, al fin eso pareciera ser lo de menos.
Llego al acceso y me las emplumo cerro arriba con lo acostumbrado: calor, gente, aire y mucho humo… ¿humo… que hace esto aquí?!!!, esto no debería estar aquí pensé, unos cuantos pedaleos y pude ver junto a otras personas como se quemaba una parte de nuestro querido cerro, otro de los ciclistas que estaba hacia un minuto contó que había visto a alguien tirar una colilla de cigarrillo desde un auto, ¿Quién fue?... nadie por supuesto.
Conversamos mientras llegaban los encargados del parque y la impotencia de los que estábamos ahí era tremenda, nada podíamos hacer a pesar de que veíamos como el fuego se extendía con mucha rapidez, en cuestión de minutos tomo gran parte de la ladera y un par de copas de árboles, afortunadamente los encargados saben muy bien lo que hacen y lograron controlarlo, no sin los acostumbrados problemas chilensis, casi pa’ la risa, totalmente tragi-cómico.
No tengo nada en contra de la gente que fuma, pero no te puedes descuidar al punto de mandarte medio cerro al hombro y solo por una colilla, en el sur está la grande con el tema y eso sumado a la sequía que tenemos es muy grave, no iba a publicarlo pero después pensé en que urbanismo también es arquitectura, medio ambiente y por último es el lugar en donde vivimos así que les muestro unas fotos, que por cierto le hacen muy poca justicia al tema, pero que pueden graficar muy bien lo que pasó.
Como siempre
ARAC
Llego al acceso y me las emplumo cerro arriba con lo acostumbrado: calor, gente, aire y mucho humo… ¿humo… que hace esto aquí?!!!, esto no debería estar aquí pensé, unos cuantos pedaleos y pude ver junto a otras personas como se quemaba una parte de nuestro querido cerro, otro de los ciclistas que estaba hacia un minuto contó que había visto a alguien tirar una colilla de cigarrillo desde un auto, ¿Quién fue?... nadie por supuesto.
Conversamos mientras llegaban los encargados del parque y la impotencia de los que estábamos ahí era tremenda, nada podíamos hacer a pesar de que veíamos como el fuego se extendía con mucha rapidez, en cuestión de minutos tomo gran parte de la ladera y un par de copas de árboles, afortunadamente los encargados saben muy bien lo que hacen y lograron controlarlo, no sin los acostumbrados problemas chilensis, casi pa’ la risa, totalmente tragi-cómico.
No tengo nada en contra de la gente que fuma, pero no te puedes descuidar al punto de mandarte medio cerro al hombro y solo por una colilla, en el sur está la grande con el tema y eso sumado a la sequía que tenemos es muy grave, no iba a publicarlo pero después pensé en que urbanismo también es arquitectura, medio ambiente y por último es el lugar en donde vivimos así que les muestro unas fotos, que por cierto le hacen muy poca justicia al tema, pero que pueden graficar muy bien lo que pasó.
Como siempre
ARAC
4 comentarios:
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Fejar
dejate de mandar virus .... hijo de tu madre.......
ARAC
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Arac, eliminé el permiso a comentar a los tarados.
Yo estoy en Pucón y pasando por el sector del Maule me tocó ver cómo queda después de un incendio es una desgracia, miles de hectáreas quemadas y casi siempre la culpa la tienen personas. Sólo nos queda esperar que aprendamos.
Saludos,
Bea.
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