miércoles, noviembre 15

ESTO ES PARA REFLEXIONAR...

Arquitectura en 40 metros cuadrados (El Mercurio, 12-11-2006)

"Hay belleza en la obra 'Un techo para Chile', pero no la hay en sus casas", escribió Germán del Sol, flamante Premio Nacional de Arquitectura.La opinión reactivó una antigua polémica: ¿es posible hacer arquitectura en 29 o 42 metros cuadrados? Cuatro arquitectos exponen sus ideas y experiencias:

La calle es lo importante Cristián Boza D.Arquitecto
En los países subdesarrollados, la vivienda social ha sido tradicionalmente un tema sin resolución ni económica por parte de las autoridades y mucho menos, desde el punto de vista de la arquitectura, por parte de los arquitectos.Si analizamos los barrios populares tradicionales, digamos, Santiago, Valparaíso, Concepción o Lota, ¿qué encontraremos de común, en estos sectores de bajísimos ingresos? Que de alguna manera, buena regular o mala las viviendas han conformado la calle y han permitido que el ciudadano se sienta parte de una comunidad. Esta concepción del espacio urbano que se organiza en torno a la calle, la plaza, el boulevard, etc., ordenaron también los sectores populares. Recorrer el barrio Av. Matta, las callejuelas de los cerros más pobres de Valparaíso, Tomé, Lota o Cobquecura, sólo por nombrar algunos, nos enseñan que la configuración del espacio público es más importante que la vivienda en sí, que normalmente remeda jibarizadamente el concepto de bungalow, haciendo de este una caricatura aberrante. Distancia a medianera, antejardín etc.La fachada continua deberá ser el elemento arquitectónico básico para volver a construir la calle, hoy en día tan desperfilada y que se ha transformado en verdadero campo de batalla entre bandas antagónicas. Además, esto nos permitirá que la vivienda se expanda a un patio posterior con los elementos que el poblador ya trae de su anterior morada guardando la intimidad familiar y no interfiriendo la armonía frontal.La racionalización de una vivienda pareada por ambos costados, disminuye significativamente el costo. Cada sitio será una unidad en sí, pudiendo el poblador, siempre que respete la fachada frontal, crecer en planta o en altura. Se hace impensable, pues, que en un solo sitio exista más de una vivienda. Por lo tanto se permitirá crecer en altura (2 pisos) recogiéndose al menos 1,5 mt, para mantener el orden frontal, donde probablemente se producirá un balcón. Frente a cada fachada individual de un ancho no mayor a 7 mt. Se plantarán dos árboles enfrentando el acceso, preferentemente un pimiento.Los vehículos serán aparcados en sitios especialmente destinados para tal efecto. Cada manzana o condominio tendrá un lugar común absolutamente controlado, donde, eventuales vehículos, carretones de trabajo etc., quedarán protegidos y a una distancia no mayor de 60 mt de la vivienda del propietario.

Una casa, un palazzo...ALBERTO SARTORI HEVIA
Esta simple frase revela toda la importancia que esta problemática representa para el hombre. En sus comienzos fue sólo protección al medio ambiente, pero el avance civilizatorio ha hecho posible que se conociera que a través de esta estructura arquitectónica se fortaleciera la familia como núcleo básico de nuestra sociedad.W. Morris decía que el monumento de nuestra sociedad sería la casa, así como para los griegos los templos y para los romanos las basílicas. Si se dejara suelto este pensamiento de W. Morris, la tierra hoy estaría plagada de habitaciones no sólo el plan, sino las alturas y el fondo marino. Al hablar de casa económica, debemos decir que debe cumplir con aquellas consideraciones básicas que conforman la capacidad moral que de ellas se desprende. Las soluciones habitacionales que hoy día presentan son sólo eso, "soluciones" de protección. Nadie puede negar la magnífica belleza de la obra "Un techo para Chile", pero para que una semilla crezca y dé frutos debe no ser reductiva sólo en la protección, sino en la acción y belleza de sus diseños. Cada miembro de la familia que habita esa casa debe tener su propio lugar íntimo separado del resto, permitiendo una segregación funcional que redunda en una vida moral buena, los padres deben tener un lugar aislado, así como los hijos mayores y menores de ambos sexos. Es una magnífica y hermosa promesa de futuro de gran calidad social. No se pueden permitir soluciones en que el hacinamiento sea la constante, y la falta de respeto y amor entre padres e hijos se transforme en odio, rencor y crimen.Faltan muchas viviendas sociales en el mundo. En nuestra región metropolitana no son aceptadas por sus habitantes debido a su pobreza extrema y falta de diseño urbano. Todos los arquitectos de Chile desean que estas viviendas estén resueltas con poesía y un bien futuro, pero nuestras leyes sólo permiten participar a algunos pocos, pues aunque no se crea el "currículo", vale más que la calidad. ¡Adelante! "Un techo para Chile". La Universidad de Chile, de la que soy director del Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura, a través del Instituto de la Vivienda, está preparada para ayudar y hacer florecer en foma poética de manera que respondan no sólo con protección, sino comunicación, sociabilidad y categoría a la belleza de nuestras ciudades, contribuyendo de esta manera al crecimiento físico y moral de la familia y, por ende, de la sociedad toda.

Pasar a lo cualitativo MARTÍN HURTADO
1.- Apuntar a lo Urgente "y" lo Importante: Siempre se nos dice a los arquitectos que en el campo de la vivienda social tenemos poco que hacer, dado que es tal la urgencia que lo único que queda es trabajar con ingenieros eficientes que hagan rendir los pocos pesos en m² construidos. Se nos ve casi como un estorbo, preocupados de lo meramente estético. Un m² construido no es per se algo bueno, si no incluye más variables como iluminación, ventilación, orientación, intimidad, vista, dominio, proporción, armonía, firmeza, durabilidad, etc. No eliminemos variables para hacer más fácil el manejo del problema, tarde o temprano nos pasará la cuenta.2.-Pasar de lo Cuantitativo a lo Cualitativo: La vivienda social ha sido tratada principalmente sólo como un tema de cantidad, medible, cuantificable. Es necesario tratarlo como un tema de calidad más integral que incluya la vida de la calle, la plaza, el barrio, el comercio, los servicios, es decir un lugar donde "habitar" y no simplemente un rincón donde dormir.3.-Trabajar el "espacio" entre viviendas más que las viviendas: Ver y ser vistos, participar de la fiesta urbana es el gran atractivo de la ciudad, y sin embargo las políticas de vivienda hacen hincapié en dar "Soluciones Habitacionales" focalizadas en número de casas, y el ordenamiento público sólo apunta a hacer más "rendidor" el terreno. Podrían ser las mismas viviendas o bloques, pero bastaría con ordenarlos de otra manera. Para ello se debería desarrollar una ficha de evaluación que asigne puntaje al ordenamiento del espacio público.El bien más escaso de una ciudad es el suelo y no el m² construido. Es por ello que la tarea es disponer sabia y ordenadamente pasajes, calles, pequeñas plazas, avenidas y áreas verdes, donde se desarrolle la vida misma, con autos, micros, ferias, comercio y servicios. La iniciativa individual siempre va a existir para que cada familia mejore su vivienda. Pero el ordenamiento común es de una vez y para siempre.

Experiencia en Chiloé EDWARD ROJAS
En el marco de la XIV Bienal de arquitectura de Santiago, se realizó un concurso de Vivienda Social en Chiloé para resolver el problema de 30 familias. Realizamos un proyecto ganador a partir de dos ideas:1. Destinar el 70 por ciento de los 10.000 m² del suelo a un área colectiva de producción agrícola orgánica, de manera de resolver no sólo el problema de vivienda, sino de trabajo y autoconsumo, y fortalecer la organización social de los pobladores.2. Resolver las viviendas, dada la fuerte pendiente del terreno, sobre plataformas de madera, como palafitos en tierra, sobre las cuales se montan viviendas individuales de 45 m², con modelos flexibles de uno, dos y tres pisos, de acuerdo a las necesidades, con ampliaciones que reciclan el material de las viviendas actuales luego de ser erradicadas.Al analizar con el equipo técnico del MOPT (quienes desarrollarían los proyectos de urbanización) la factibilidad de construir el proyecto con las 280 UF por vivienda disponibles del Fondo Solidario de Vivienda, se nos pidió desplazar el proyecto en el mismo terreno para acercarlo a las matrices de agua potable, alcantarillado y electricidad de la ciudad. Esto significó perder el área productiva, porque el terreno era con mayor pendiente, la que por lo mismo encarecía la vivienda. Cambiamos el proyecto a otro terreno del Serviu, que tenía urbanizado su entorno para así hacer la vivienda más económica.Se realizaron los proyectos de urbanización a partir de un loteo simple y el proyecto con un solo tipo de vivienda aislada de dos pisos y de 42 m² (con distintas posibilidades de ampliación), y se ubicó frente a un humedal donde se podría recuperar el fundamento original del terreno productivo.Sin embargo, al realizar el presupuesto de la obra reformulada, nos encontramos una vez más que con los recursos del programa del Fondo Solidario de la Vivienda -al cual se quiere presentar el proyecto, que para el próximo año aumentaría a 410 UF por vivienda- sólo alcanzaría para la construcción de las viviendas, faltando un valor exactamente igual por vivienda para construir la urbanización.El problema central no está en la intensión de incorporar elementos arquitectónicos que recojan los modos de vidas regionales para la vivienda social o una materialidad apropiada, sino en el monto de los recursos asignados, que sólo alcanza para repetir hasta el infinito una única y mínima forma de solución habitacional.Se hicieron todos los intentos por incorporar calidad arquitectónica a partir de la dimensión cultural.

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